miércoles, 22 de agosto de 2007

Teatro Circular


Todo gira, viene, va y vuelve.
Inspiración, deseo insaciable,
furia, decepción, un gesto amable,
un instante eterno, un cuelgue.
Cada novedad trae consigo la pregunta.
Alcanzar el elixir que, tímidamente,
se desvela y se desmonta,
entre la fantasía y la mente.
La realidad ya se queda atrás
del idealismo profundo.

Ya no es más de este mundo
el momento en que abandonas.
Incompleto el sueño y con hambre,
el deseo se derrumba, diluye
entre visiones, hecho un enjambre
de realidad dispar y huye.
Se contenta del recuerdo
y busca otra nueva ilusión.
Cuando la magia ya no es verbo,
triste aquel payaso de fantasía
baja el telón ya, sin su bravía.
Y puedo ver su maquillaje,
el remiendo en su ropaje.
Sensato, ya nada para vender.
Despedida, nada más que ver.
Ya estamos buscando nuevos talentos,
retomando el camino del aliento,
que renueve la intriga y reviva el placer
de imaginar y desconocer.
Perdurar en el instante,
es un deseo efimero y constante.
La magia, como su demostración,
Tiene un principio y un fin.
Aplausos de copetín,
Y se acabo la función.

No hay comentarios: