miércoles, 3 de octubre de 2007

la esencia

Quedé remojando entre sus ojos,
de luz abierta y deseos puros,
un silencio, mientras sus cerrojos
se derretían, disolviendo muros.

Quedé rebozando en su mejilla,
de hoyuelo generoso y casi atrevido.
Sonriendo libertad, entre cosquillas,
besé sus blancas alas con mi oído.

Inquebrantable es el perseguir de lo más bello.
Lo mas puro que en algun mundo pueda existir.
Enredo, entre mis dedos, con el alma, sus cabellos,
despeinándolos, hasta acariciar la esencia del vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deseo que te aparezcas de la nada, que no tengas más excusas que ser parte de un milagro.
Que me sorprendas con tanto imprevisto.
Que te acerques hacia mí, que sólo te haga falta desplegar tu mano mágica sobre mi espalda rasgada para que todo, todo comience a tener sentido...