Miedo, compañero,
inseparable
y austero.
Mi fiel amigo,
inmutable,
previsor
y consejero.
Quisiera faltarte el respeto,
atravesar con mi puñal el centro de tu pecho.
Y solo ahora, cayendo herida, al encontrarte,
comprendo amigo.
Que tú siempre estuviste conmigo
pero yo jamás me atreví a visitarte...
viernes, 14 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario